COLLAR AVE FENIX

Collar con colgante en forma de circulo con un ave fénix adentro. Hecho a mano. Plata de Ley 925.

Cadena Grumet de 45 cm. 

Medidas Colgante:

Alto Fenix: 2.1 cm.

Ancho Fenix: 2.6 cm.

Alto Total con valier (cosita que se cuelga): 2.6 cm. 

Peso Colgante: 3.2 gr.

 SIGNIFICADO:

AVE FÉNIX:

Simboliza esperanza y regeneración. Es un ave milagrosa.

Esta criatura se asocia con la capacidad de resiliencia que muchas personas tienen; esa habilidad para encontrar soluciones a situaciones adversas que les presenta la vida.

Se dice que el ave Fénix también tiene el poder de transformarse en un pájaro de fuego, y es del tamaño de un águila. Se ha convertido en un símbolo de fuerza, de purificación, de inmortalidad y de renacimiento físico y espiritual, siendo una de las grandes figuras para talismanes y amuletos.

Se cree que el ave mitológica apareció en el Oriente y más tarde fue adaptada por los griegos. Según algunos mitos, vivía en una región que comprendía la zona del Oriente Medio y la India, llegando hasta Egipto, en el norte de África. También estuvo muy presente en la poesía árabe. También se dice que la Iglesia Católica tuvo relación con el ave Fénix. Los cristianos creían que el ave era un símbolo de la resurrección de Cristo. Se dijo en su momento que las cenizas del Fénix eran tan poderosas, que tenían poderes mágicos y que podrían incluso resucitar a los muertos.

Mito del Ave Fénix

El ave Fénix es un pájaro mítico de la mitología griega. Se dice que lograba vivir exactamente 500 años. Cuando llegaba la hora de su muerte, empezaba a perder sus plumas poco a poco y hacía un nido con hierbas aromáticas y especias. Ponía un huevo y lo empollaba durante 3 días. El ave se reducía a cenizas, y se metía energéticamente en el huevo empollado para volver a nacer en el mismo instante de su muerte.

Según el mito, poseía varios dones, como la virtud de que sus lágrimas fueran curativas. Se dice que sus lágrimas tenían el poder de curar las heridas, incluso las heridas mortales, pero no eran otorgadas a todos. El ave decidía a quien curaría sus heridas y a quién no, dependiendo de su comportamiento.